Esta es la onda encantada del viento que con su verdad y presencia, inspiración y aliento, nos murmura el canto que trae dulces vibraciones cuya frecuencia va purificando todo a su paso.
Ik, el viento galáctico es el espíritu que se mueve a través de todo dando vida a la creación, la fuerza que fertiliza y la inspiración que penetra la forma para darle vida.
Ik, el viento galáctico es el espíritu que se mueve a través de todo dando vida a la creación, la fuerza que fertiliza y la inspiración que penetra la forma para darle vida.
La misión del viento es comunicar, conectarnos con los demás desde nuestro interior, aprovechando esa energía para decirle a otros lo que me está sucediendo, habla desde tu espíritu con amor buscando las palabras adecuadas y comunícala a tus semejantes.
Es la sublime energía que se adentra para completar el circuito de toda la creación, es tambien el proceso que abre, purifica y prepara el camino para el movimiento del espíritu.
Y el que te anima a ser un campo abierto para la inspiración y la manifestación de tu intento espiritual.
Es tambien, la integración de las polaridades femenina-masculina, el Ying y el Yang, la unión de cooperación y alianza. Es el que te ayuda abrir tu espíritu para ser guiado e inspirado y ser espontáneo como el.
Escuchemos al viento en este camino por el 13.20, que el espíritu divino nos llene de su energía cósmica generando la comunicación con nosotros mismos, regenerado el espíritu y aliviando nuestra alma.
Que el pasar del Viento por las 13 energías en los próximos 13 escalones nos enseñe su sabiduría, su señal del desapego y su amor a la libertad reflejando en el aquí y ahora al Amor Divino, pudiendo entender todos que debemos ser a veces como el viento que corre libremente por la tierra dándole energía y vida al Universo.
Esta Onda Encantada es para trabajar con nuestra respiración, manteniéndonos atentos de cómo sucede, cómo cambia en diferentes situaciones, cómo se contiene y cómo se tranquiliza, cómo es cuando estamos a punto de quedar dormidos.
Atención a la respiración y también a lo que expresa nuestra voz. Si hablo por hablar o hablo desde el corazón, si estando en silencio la mente se vuelve parlanchina y caótica, percibir ese proceso; seguramente estaremos más comunicativos que de costumbre, observemos lo que decimos, con quién hablamos, con quien callamos. Observemos también la información que nos llega estos 13 días, pues es comunicación que hemos atraído y algún uso debemos darle.
Y por supuesto es un periodo excelente para orar por nuestras necesidades y las de los demás, "soltar al viento las plegarias", con la seguridad de que ya está hecho lo que pedimos. Pedir que llegue lo que no ha llegado y que se vaya lo que se ha quedado. Cantar, silbar, declamar, callar, salir a tomar el aire. Todo vale.
Estos días son para escuchar todo lo que nos puede decir el viento, desde las hojas que mueve en el piso hasta el llanto de un niño a distancia.
